Nuestra receta aumentar los ingresos vendiendo servicios nada sexys

(para consultores y abogados perdidos)

Sientes que tu profesión está saturada

No llevas tres días en este mundo y sabes que tu sector está al borde del colapso, cada día irrumpen en la profesión nuevos compañeros que no tienen nada que perder y tiran los sus precios para captar clientes, colapsan el sistema y establecen una lucha de precios donde sólo uno va a perder, tú.

Los clientes lo saben y aprovechan esta competencia para conseguir un precio más barato siendo ellos los que terminan marcando tu tarifa o se van con otro que se lo deja más barato.

Esto cada día se parece más a un mercado persa y no tiene pinta de que vaya a mejorar.

Has estudiado una carrera, un máster (o varios), has hecho decenas de formaciones, talleres, cursos para estar al día y poder prestar un servicio de calidad para que ahora venga alguien a ponerte el precio de tus servicios. A estas alturas casi que te hubiera venido mejor hacer una formación profesional y tendrías un trabajo mejor pagado y respetado.

Porque esta es otra.

Después de tanta inversión de tiempo y dinero todavía te vienen clientes y te sueltan la fresca de «¿esto me vas a cobrar por un papelito?»

Al albañil no le van a estar friendo el whatsapp a las 11 de la noche exigiéndole como si estuviera ardiendo Roma, el albañil recoge sus cosas a las 15h, se toma una cerveza y se va a su casa. Tú no. Tú te quedas en el despacho picando piedra.

Sería de puta madre poder vivir esos tiempos en los que nuestra profesión era respetada, no se nos cuestionaba una tarifa y había minutas con muchos ceros a la derecha, se cobraban y lo mejor de todo por adelantado y sin rechistar.

Y es que hay un problema de base.

Un problema gordísimo que puedes solucionar hoy mismo.

Estás aplicando fórmulas del Siglo XX en el siglo XXI

Venimos haciendo lo mismo que se hacía hace 100 años y es que el cliente ha cambiado pero la forma de entregar servicios jurídicos no y casi nadie se ha dado cuenta.

Queremos hacer lo mismo que hace Garrigues. Entonces, vamos a su web, sus redes sociales y copiamos su estrategia, sus textos e incluso su mensaje, un plan sin fisuras.

La única pega de esto es que no somos Garrigues.

Y no lo digo por el presupuesto, lo digo porque estás dejando atrás algo muy importante que puede hacer multiplicar tu facturación con mucho menos esfuerzo y lo mejor, que tus clientes te respeten.

Porque ofrecer servicios jurídicos puede no parecer sexy, pero tocando ciertas teclas puedes conseguirlo.

Dos fracasados épicos, vendiendo servicios nada sexys y que consiguieron tener negocios rentables y exitosos.

Somos Marina Brocca y Ángel Seisdedos, dos fracasados épicos.

No somos uno iluminados, tampoco hemos encontrado un pergamino con la receta del éxito, somos unos currantes como tú que después de tocar muchas teclas han descartado las que no servían y se han quedado con las que sí.

¿Qué ha salido de ahí? una receta que huele muy bien y sabe mejor.

Además, la hemos puesto a tu disposición para que tú te aproveches, consigas resultados sin cometer los errores que hemos cometido nosotros.

¿Qué incluye este libro?

10 unidades con la que vas a conseguir:

  • Crear una marca potente que te ayude a vender sin esfuerzo servicios nada sexys
  • Ganar visibilidad y aprender a crear contenidos que no aburran a las ovejas
  • Salir del modo naftaliner y pivotar con éxito al ecosistema digital
  • Dejar de perseguir clientes y atraerlos de forma natural
  • Aprender a rediseñar servicios y productos que funcionen en entornos digitales, aunque nadie los busque
  • Mejorar la rentabilidad de tus servicios a través de cambios de mentalidad y hábitos
  • Mejorar competencias y habilidades digitales
  • Crear y hacer crecer una audiencia.
  • Dejar de aburrir a las ovejas y de hacer justo lo que hace tu competencia

Todo este conocimiento apoyado con ejemplos e historias de cagadas y aciertos en cada uno de nuestros negocios, para que no repitas nuestros errores y para que puedas copiar los aciertos.

Un atajo que no te ofrecerá nadie, aquí: